lunes, diciembre 17, 2007

La rebelión de los iguales

Por Israel López Reyes
Nuestro primer principio se dió con un sí.
Una afirmación empecinada de nuestro ser a la existencia.
Nuestro organismo se aferró a la vida afirmándose.
Todo fue hermoso y ordenado.
Todos éramos felices.
Todos éramos iguales.

Nuestro segundo principio se dió con un no.
No toleramos seguir existiendo como iguales.
Deseábamos distinguirnos el uno del otro.
Estábamos insatisfechos con nuestra perfección.
Deseábamos ser únicos aunque eso costara sufrimiento.
Todos nos hicimos diferentes.

Ahora existimos y nos diferenciamos.
Existimos porque dijimos sí.
Nos diferenciamos porque dijimos no.
Y no nos arrepentimos de ninguna palabra.
Encontramos gozo y sufrimiento en ambas.
No nos arrepentiremos.

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